Yeguada Anantara

El caballo y su vida dan continuidad a un proyecto singular

Junto al río Jarama, una finca de 20 ha acoge este espacio para la cría de caballos de deporte español. Por su uso, el proyecto requería de un programa único que conectara numerosos servicios que tienen al animal como eje. El nombre Anantara, palabra en sánscrito que significa “sin intervalos, con continuidad” define bien el concepto de este proyecto.

Practicidad en los recorridos

La idea generadora parte de dos núcleos, las praderas de la yeguada: una principal, cerca de la entrada de la finca, para la cría de caballos, y otra secundaria, en el lado opuesto, como pradera de recreo. En ambas se levanta un elemento semicircular para el resguardo del caballo, en el que prima la practicidad ya que permite dar sustento y cuidado al caballo en un área reducida.

Entre ellas circula un vial de arena, recorrido por los animales, del que parten todos los usos exteriores: la pista de trabajo y entrenamiento, pistas de salto en libertad y el edificio que destaca sobre todos los demás: las cuadras.

Cuadra central, usos centrífugos

Una piel curva exterior contiene el programa interior de la cuadra. Este sencillo rostro que proporciona la pieza blanca de revestimiento alberga en realidad una estructura de gran complejidad. El paramento vertical solo se rompe para enfatizar el paso central del camino de arena y las salidas hacia otros usos de forma centrífuga al elemento central.